A principios de mes hablaba de iniciar una serie de artículos sobre qué puede hacer por el esperanto alguien que no lo hable. Sin embargo, no tenía claro cómo iba a estructurar las ideas, porque… ¿te has parado a pensar en lo mucho que pueden variar nuestras oportunidades individuales? Te pongo algunos ejemplos de qué considerar:
- Material disponible: ¿Acceso a folletos?
- Masa local: ¿Se puede emprender alguna acción con otros?
- Estructura de edad: ¿Hay 30 personas mayores y eres el único joven?
- Compromiso: ¿Buscas algo que hacer veinte minutos al año, o quizá estás dispuesto a organizar una exposición?
- Dinero: ¿
GastaríasInvertirías unos cuantos euros en publicidad?
Y mientras estaba ordenando mis ideas me he dado cuenta de que (1) lo que tenía pensado publicar sirve también para los hablantes, y (2) debería centrarme en acciones más individualizadas y esporádicas. Por lo que, sin perder de vista la variable lingüística, he decidido ampliar el público objetivo y la gama de estos artículos y hacerlo para motivados en general, pasando a denominarse la serie Qué puedes hacer tú por el esperanto.
Técnica de invitar a la pregunta
No, no me he quedado en blanco e iba pues a preguntarte qué se te ocurre, sino que te propondré una técnica de acercamiento para que puedas visibilizar el esperanto:
Debes saber que empezar una conversación preguntando ¿Sabes qué es el esperanto? es una de las peores ocurrencias que todos tenemos al principio. Esto es un error porque, haciendo esto, el deseo de conocer no se autogenera en el otro, dado que no hemos llamado su atención.
Si te suena lógico, ahora te estarás preguntando ¿Pero cómo aplico eso a mi día a día? Es más sencillo de lo que puede parecer, y lo vamos a ver con varios casos de ejemplo:
1) Modifica tu vocabulario:
¿Por qué no dices Dankon en esperanto, en vez de Gracias en castellano? Llama la atención porque no es habitual, se entiende por contexto (con otras palabras a veces también por similitud con el castellano) y da pie a que te pregunten en qué idioma has dicho eso, y a continuación qué es el esperanto, por qué lo has dicho en este idioma, etc. Pero no solo eso: la primera vez informas del esperanto, y en las consecutivas lo recuerdas (muy importante para que no se olvide y se quede grabado en la memoria), además de que es una buena manera de aprender vocabulario. Aquí te pongo unas pocas palabras y frases:
- Saluton (hola) [léase sa_lú_ton; todas las palabras son llanas]
- Dankon (gracias)
- Nedankinde (de nada)
- Bonan apetiton (buen provecho)
- Bonan nokton (buenas noches)
- Ĝis (adiós) [Ĝ se pronuncia como la G de Genius en inglés]
Yo a veces llamo patrino o panjo (léase pá_nyo) a mi madre, y una vez me dijo que le enviara una lista con vocabulario básico de este tipo para usarlo conmigo. Te invito a hacer lo mismo y, en caso de no conocer alguna palabra, tienes a tu disposición una cantidad importante de diccionarios de esperanto. ¿Alguna frase importante que creas que debería añadir? Por cierto, noté que la palabra Fek (¡Mierda!, ¡Joder!) no funciona.
2) Pon una frase en un lugar visible:
Una manera más estática de hacer lo anterior es poner una frase en esperanto en un lugar visible, por ejemplo en tu estado de WhatsApp. Algunas ideas pueden ser:
- Se vi komprenas ĉi tion, mi jam ŝatas vin (si entiendes esto, ya me gustas)
- Nenio estas pli bela ol esti juna kaj paroli Esperanton (nada es más bonito que ser joven y hablar esperanto)
3) Lleva algo contigo:
Los esperantistas no tenemos una manera de reconocernos: no tenemos la piel de color verde ni vestimos de una manera particular, por lo que es muy probable que te hayas cruzado por la calle con personas que lo hablan o lo están aprendiendo… ¡y tú sin saberlo! Es por ello que, en el plano físico, la única manera de reconocernos, de identificarnos como esperantistas, es llevar algo adicional encima, como una camiseta, una chapa en esperanto, una pegatina en el portátil, un tatuaje, etc. A este respecto te mostraré algunos ejemplos, recordando que lo importante es despertar la curiosidad, llamar la atención. Por cierto, puedes encontrar de todo buscando por Interanto; prueba con “camisetas esperanto”.
El merchandising que tengo yo lo he ido consiguiendo poco a poco. Lo primero que adquirí fue unas chapas que hizo a través de una tienda por Internet Álex Escomu, un esperantista de Madrid (España). Lo propuso en un grupo en Facebook y me apunté a la compra colectiva, porque además así era más barato.
Ya que estoy, te cuento una anécdota: hace unos meses, un esperantista estaba en un autobús y de repente un chico le preguntó “Ĉu vi parolas Esperanton?” (¿Hablas esperanto?). Se debía a que llevaba un reloj que llevaba la palabra esperanto. Aunque estos sucesos no sean muy comunes, te aseguro que tendrás un impacto mayor del que creas.
4) Que te vean hablándolo:
El inglés lo oyes por todas partes porque lo reconoces cuando lo hablan, ¿pero cuándo fue la última vez que oíste a alguien hablando por ejemplo en turco? Estoy casi seguro de que crees no haberlo escuchado nunca. Con el esperanto pasa lo mismo: si bien las probabilidades de que lo escuches son menores, aunque estuvieras delante de un hablante no lo reconocerías como tal. Sin embargo, el esperanto, al escucharlo, llama la atención. Es por ello que, cuando tengo que hacer o recibir una llamada, suelo hacerlo cuando estoy en el transporte público, principalmente en el tren, dado que la gente se aburre y te presta más atención.
Me ha pasado bastantes veces que luego, ya sea en el tren o al bajar, me preguntan qué idioma estaba hablando, les doy mi tarjeta, etc. O simplemente tengo a dos personas al lado que se preguntan en qué lengua hablaba, y yo me meto en la conversación para resolver la incógnita 😉
Poco a poco he ido perfeccionando la técnica, y llevar una pegatina que ponga “idioma esperanto” en la mochila ayuda, sobre todo con aquellos que, por vergüenza o el motivo que sea, no te preguntan. Otra cosa que hago en estas situaciones, aunque depende también de la conversación, es repetir más de lo normal la palabra esperanto, porque la hace más importante en la conversación, al igual que una variable para posicionarte en Google es la densidad de palabras clave, lo cual significa que cuantas más veces aparece una misma palabra, más relevante es.
Nota: hay casos, pocos, en los que reconocen que estás hablando esperanto, por ejemplo porque empezaron a estudiarlo hace años y se acuerdan un poco de cómo sonaba, o reconocen algunas palabras. Esto también me ha pasado. Os expongo el caso de Richard (Australia), otro a quien le ha pasado lo mismo: él estaba un día hace poco en la universidad hablándolo con un amigo y se acerca un estudiante y les pregunta ¿Estáis hablando en esperanto? (audio en esperanto, subtítulos en inglés, minuto 2:48‒3:25).
¿Has probado alguna de estas ideas o una similar? ¿Cuál ha sido tu experiencia?
Gracias a Anna Albert (España) por su aportación a este artículo.
Growth marketer.
Yo planeaba usar la lengua como un código secreto para hablar con mis amigos en lugares públicos o en llamadas y así xd