Una de las primeras cosas que uno aprende cuando estudia mercadotecnia es que existe un público objetivo. ¿Qué es eso? Es la gente que está dispuesta a adquirir lo que ofreces. Y refiriéndonos concretamente al esperanto, ¿no sería genial que la mayoría de gente lo hablara? Si estamos de acuerdo en esto, ya hemos establecido un objetivo -o deseo- común a largo plazo.
Ahora, viene la parte interesante: ¿cómo lograrlo? Adentrándonos -solo un poco- en esta incógnita, vamos a ir directos al grano con una frase que va a sonar tan evidente como ridícula: la manera de llegar al mayor número de gente es haciendo que nuestra idea sea atractiva para el mayor número de personas. ¿Pero… qué quiero decir con esto? Voy a explicarlo con un caso práctico: